Hace ya muchos años que el préstamo hipotecario está íntimamente ligado a la vivienda. Especialmente en los países del sur de Europa, y con más intensidad en España la hipoteca es asumida como algo necesario. Pareciera como si la única forma de acceder a la vivienda fuera someterse a esta moderna forma de esclavitud.
Sin embargo tenemos la alternativa del alquiler, que pese a lo que dice una falsa creencia, no es tirar el dinero. De hecho es financieramente más rentable en la gran mayoría de los casos, especialmente entre la gente joven que con todo probabilidad va a cambiar de residencia en menos de diez años.
Desde hace ya muchos años, la gente joven, especialmente las parejas, pretender empezar a vivir su vida independiente con el mismo estilo y nivel de vida que tenían cuando vivían con sus padres, pero sin haber trabajado ni ahorrado como lo hicieron sus padres o sus abuelos.
La sociedad de consumo ha creado una legión de irresponsables caprichosos acostumbrados a la gratificación rápida, atener las cosas antes de habérnoslas ganado, por eso compramos con tarjeta de crédito esos bonitos zapatos o el smartphone de última generación, por eso compramos el coche nuevo con un préstamo al consumo y por eso compramos una casa con una hipoteca.
Todos son malos hábitos financieros, pero en el fondo, cuando nos permitimos el capricho de los zapatos e incluso del coche, sabemos que no estamos haciendo lo correcto, pero lo justificamos diciendo que nos lo hemos merecido. Sin embargo, en el caso de la casa, estamos convencidos, por que así nos lo han hecho creer los promotores, los bancos, el gobierno y los medios de comunicación, que al comprar una casa estamos haciendo la mejor inversión de nuestra vida, y por eso pedir una hipoteca es una buena decisión.
Sin embargo a poco que hagamos números, veremos que tener una casa en propiedad conlleva muchos gastos y muchos inconvenientes, pero si le unimos el pago de la hipoteca, podremos darnos cuenta de que es una nefasta decisión que literalmente puede llegarnos a hipotecar y condicionar toda nuestra vida.
¿Eres consciente de todo lo que conlleva tener una casa en propiedad y pagar una hipoteca? Podría poner aquí una larga lista de cosas, pero te voy a dejar que me digas tú las tuyas en los comentarios.